La belleza y el alma están en los ojos del que mira
«¿Qué puede decir una madre de su hija?» Fue la respuesta repentina que me dio la mamá de Alma cuando le pregunté por ella. Le pedí que me describiera al amor de su vida y me di cuenta que no fue su voz la que habló, fueron sus ojos los que describieron el alma de su pequeña.
Alma es el amor de mi vida , es un trocito de mí que veo crecer a pasos agigantados. Me encanta como huele su pelito cuando se acurruca debajo de mi cuello. Cuando con esa media lengua me dice cualquier cosa que siempre tiene sentido en su cabecita y que yo entiendo a la perfección. Me encantan esos ojos, esas pestañas, ese cuerpecito tan perfecto que estrujo cada vez que me deja, que son pocas. Es avispada, graciosa, simpática, cariñosa, charlatana y buena, muy buena y noble. Ojalá siga así y nunca cambie, mi vida ya no tiene sentido sin ella, ella es lo que da sentido a todo mi universo. No sabía lo que era el amor puro e incondicional hasta que supe que ¡¡estaba en mi barriguita!! ¿¿Qué puede decir una madre de su hija??
En esta ilustración os muestro a Alma, el retrato de una niña guapísima en pintura digital. El regalo ideal, sin duda, para nuestros mayores.
