¿Eres de las personas que creen en el destino?
Hay quien cree indudablemente en este fenómeno, pero también quienes piensan que solo se trata de pura casualidad.
La palabra destino proviene del verbo latino destinare, el cual se traduce cómo “hacer puntería”, también conocido como fatum, hado o sino. Pero según la RAE, destino, entendido no como espacio-tiempo, si no como una acción por resultado, nos da algunas definiciones de las cuales me gustaría destacar:
- En la tradición clásica, fuerza desconocida que obra irresistiblemente sobre los dioses, los hombres y los sucesos.
- Circunstancia de serie favorable o adverso a alguien o algo.
Comprendiendo así su significado, formulo la siguiente pregunta; ¿Están las personas destinadas a encontrarse?
Es seguro que sí, y cada día que pasa estoy más convencido de que tenemos una misión o función preestablecida en la que desarrollaremos sobre algo o alguien durante un periodo de tiempo, finito o infinito. Nacemos predeterminados y no importa lo que hagamos, porque este fenómeno ancestral se impondrá sobre nuestras acciones.
“El destino es todo lo que sucede y no puedes evitar, es aquello que no se elige, es algo ineludible”
Las vidas de Antonio y Andrea se cruzaron hace ya algunos años, un capricho de este hado o fatum que quiso unir en el mismo camino a estas bellas personas. Y es que la mezcla química entre amor y destino es curiosamente volátil; de un momento a otro el tiempo se detiene y una persona absorbe y captura toda nuestra atención y nuestra ternura. ¿Casualidad? el destino dirá.
