Siempre hay una primera vez para todo, y es que de todos mis trabajos es la primera y única ocasión que me encargan pintar a una tita y su sobrino.
En una breve conversación con Nuria, me contaba que la llegada de Gabriel al mundo fue muy deseada, ya que era el primer sobrino de la familia Montilla Valcárcel. Gabriel ha calado hondo en los corazones de todos y de una manera muy especial en el de su tita Nuria. Casi a sus tres años de edad, este muñeco ya come prácticamente de todo, siendo el tomate natural a «rodajitas» con una pizca de sal, su delicia favorita. Es muy risueño, y aunque esté con treinta y nueve de fiebre aún le quedan ganas para jugar. –«Es divertido, gracioso y muy muy cariñoso»– me detallaba Nuria con una sonrisa de media luna dibujada en su cara.
Lo mejor aún está por llegar, y es que la tita de Gabriel pronto traerá una prima para él, Carla, que a buen seguro la querrán tanto, tanto, tanto como lo quieren a él.
Mis mejores deseos para la mamá y papá de Carla.
Primer plano del retrato de Gabriel
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