¿Por qué damos Regalos?
Cuando las palabras no son suficientes y es necesario algo más para expresar lo que sentimos, recurrimos a los obsequios o regalos, un motivo para despertar sensaciones, para decirle a alguien que lo queremos, o porque sabemos que lo desea o lo necesita.
Indagando un poco en la historia, en la antigüedad, los regalos eran más que un buen gesto, dar algún detalle era sinónimo de grandeza, según lo describía el antropólogo francés Marcel Mauss «una competencia permanente» pues todo consistía en quién daba o recibía el obsequio más grande.
La ventaja es que en la actualidad, este concepto se ha ido erradicando poco a poco, ahora es un gesto amigable que solo busca como recompensa; el agradecimiento y la confianza de la otra persona, desarrollando un vínculo más cercano.
¿De dónde proviene la palabra regalo?
Según el latín regalis, significa rey o realeza. Y en cuanto al francés, procede del verbo galer que significa divertir. Como sinónimos de regalo, se tienen también las palabras obsequio y presente.
¿Hacer o recibir regalos? ¿qué genera más alegría?
Cuando se da un regalo, inconscientemente se mejoran y fortalecen las relaciones. A nivel comunicativo, un regalo dispone y coloca en una posición de receptividad a quien lo recibe, generando a su vez alegría, así como el hecho de sentirse valioso, apreciado e incluso en algunos casos amado.
Algunos estudios respecto al regalo
Estudios en la comunidad británica refieren que el 84% de las mujeres dan regalos, frente a un 15% de hombres. Pero en este caso los varones son más detallistas a la hora de hacer un regalo, fijándose en el precio, diseño y significado.
El hecho de regalar ha sido estudiado por psicólogos, comerciantes y economistas. En este sentido, los profesionales de la salud refieren en este caso que el hecho de regalar fortalecen los lazos de interacción humana.
La red de psicólogos apunta a que mediante el regalo, se alienta a los demás a socializar. El hecho de regalar es indicativo de que se piensa en la otra persona y es ésta una oportunidad para fortalecer las relaciones, indica Margaret Rooker, psicólogo. En cuanto a los sentimientos por el otro; el respeto y el interés, además del hecho de preocuparse por esa persona, están plasmados en un regalo.
Los adultos son más felices cuando gastan su dinero en otros que en ellos mismos
¿Qué sucede cuando regalamos? ¿Y qué ocurre cuando recibimos un presente?
Según la ciencia, se activa el hemisferio cerebral derecho al dar un regalo a la persona apreciada. El hemisferio cerebral derecho está asociado con la generosidad, creando así un estado de bienestar en quien da el regalo. Así mismo, en cuanto al acto de dar regalos, en el año 2010 Elizabeth Dunn realizó estudios donde se deduce que los adultos eran más felices cuando gastaban su dinero en otros que en ellos mismos. Mientras que el estudio de Plos One en el año 2012, sugirió que incluso los niños eran más felices al regalar sus golosinas a otros niños del mismo grupo que al recibirlas. Ese mismo estudio subrayó que la felicidad que se aprecia en quienes reciben un regalo, satisface a quien lo proporciona, y por eso se repite el acto de dar.
Y tú ¿eres más feliz regalando o recibiendo?
Regala a esa persona especial un retrato en acuarela digital. Además de ser algo original, siempre lo tendrá presente. La familia García Milla ya tiene el suyo. ¿Hablamos? ¡pincha aquí!