Laura y Bayron, retrato de mascota
¿Quién no ha tenido nunca una mascota? Desde un pez naranja merodeando en una pecera esférica infinita, una tortuga con el caparazón pintado de colores con esmalte de uñas, o hasta un Gran Danés de dimensiones insospechables, como el del retrato de mascota que aparece en esta ilustración.
Ya desde niños, nuestros padres nos han sensibilizado para con el cariño de estas mascotas domésticas. Solo quien ha tenido una sabe el amor tan grande que se llega a alcanzar solo con la compañía incondicional de estos animales. En la mayoría de los casos sempiterno e inolvidable, para siempre.
Bayron era un Gran Danés de pelo brillante negro azabache, pechera blanca y complexión atlética. De ojos color miel y mirada noble. Su gran tamaño (de raza gigante) no correspondía con su «personalidad canina»; benévola, pacífica y amistosa.
Para esta ilustración de tipo retrato de mascota se utilizaron dos fotografías independientes. Por un lado, una magnífica fotografía la joven y guapa Laura, en un posado natural al aire libre, a la que a posteriori, le añadí a su derecha al bueno de Bayron, su perro.
Ya hace algunos meses que Bayron marchó, dejando un enorme hueco en la vida de su familia, aunque no tengo duda alguna de que siempre permanecerá en la memoria y sus corazones.
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