Es el turno de presentaros a Claudia, otra de mis bebés modelo que tengo el gusto de ilustrar. A sus a penas cuatro meses, transmite un inmenso cariño y cercanía, y continuamente tiene gestos de alegría y sonrisas cuando percibe tu atención. Pude conocerla, tenerla en mis brazos y enamorarme de este bombón sin envoltorio, mientras me devolvía sus risas con mis carantoñas.
Papel blanco rugoso como lienzo fue el que escogí para esta pintura, un enorme corazón rojo pintado a brochazos ligeros, como símbolo del cariño y el amor. Sobre el verde fresco de la hierba nacen adyacentes en acuarela una de las flores más elegantes que existen, la Dalia, que al igual que las Rosas rojas representan la pasión.
Amor, cariño y pasión
Amor, cariño y pasión, tres constantes del día a día que sus padres tienen con Claudia. Papi quiso regalar a mami esta bonita pintura digital con motivo de su cumpleaños. Un éxito asegurado desde que se plasmó la idea con los primeros trazos de color.
Desde la lejanía, me gustaría agradecer la amistad a través de estas líneas y enviar un abrazo muy afectuoso a los padres de Claudia, allá en tierras donde la gastronomía es exquisita y sus vinos de uva tinta mejores aún.
