Cada año, el primer domingo de mayo es un día especial para la ciudad de Lucena y los lucentinos. Es uno de los días más importantes de las Fiestas Aracelitanas, la Virgen de Araceli sale en procesión bajo una lluvia de pétalos multicolor.
Tras la salida del templo de San Mateo, un fotógrafo aficionado capturó con su cámara a una de las mantillas que en cortejo acompañaban a Nuestra Madre.
Primer domingo de mayo, un día especial para Araceli
Araceli es una enamorada de la Semana Santa y fiel apasionada a la santería. Aquel domingo de mayo de 2014 también fue un día especial para ella. Era la primera vez que vestía con peina y mantilla. Pero también era un día especial, porque Jesús, su novio, abrazaba su hombro al varal del trono de la Patrona, un privilegio que pocos lucentinos pueden tener a lo largo de su trayectoria santeril.
Para poner el broche de oro y colofón a un gran día, la sorpresa llegó al final. Con la Virgen ya reposada en los bancos en el interior de la iglesia, Jesús pidió a Araceli su compromiso matrimonial, bajo la mirada de la Reina del Campo Andaluz. No hubo fortuna de capturar e inmortalizar ese momento para recordar aquella fecha ni momento tan especial. Por lo que la fotografía del joven aficionado serviría años después para ilustrar con tintas de color lo que fue una tarde-noche repleta de alegría, sentimientos e ilusión.
